miércoles, 11 de junio de 2014

DIA 1

Lucha 
Equipo

Equipo feliz


Los niños esperan

Llegamos a la comunidad de Cherán y ya nos hemos cambiado un par de veces de casa, asentándonos en ésta última que compartiremos la siguiente semana y media ¡Nos mantendremos jóvenes de corazón también ya que la compartimos con un jardín de niños por las mañanas!

Cherán es un pueblo tranquilo. No hay perros callejeros en demasía, como en muchos otros pueblos. El clima es bastante fresco, con grandes nubes de algodón destacando contra un cielo azul intenso. Cherán está rodeado de cerros suaves, cubiertos de espesos bosques húmedos. Aquí se siente el ambiente de rancho, se ve gente montando a caballo o burro, hombres de sombrero, niños con mejillas rojas cual manzanas, mujeres con la cabeza cubierta por sus rebozos, todos ellos devolviendo el saludo con una sonrisa por recibimiento, a pesar de todo lo que tuvieron que pasar recientemente para recuperarla, dispuestos a contar al mundo sobre ellos. Este es el México que recuerdo de los setentas, sólo que con la experiencia asimilada de las últimas cuatro décadas. Un pueblo que se ha rescatado regresando a su sabiduría ancestral P’urhépecha, que hoy se manifiesta en su Consejo Mayor, integrado por doce abuelitos, tatas o K’eri, donde la aplicación de las determinaciones de usos y costumbres de este pueblo indígena son cuidadas por una Ronda Comunitaria de ciudadanos escogidos para ello, bajo un ideal de reconstrucción que incluye recuperar las 20,000 hectáreas de bosque que desaparecieron ante la tala indiscriminada e ilegal, bajo protección de autoridades municipales corruptas. Fueron éstas las que el pueblo, harto, desplazó el 15 de abril de 2011 para formar su autogobierno.

En Cherán no hay basura en las calles y las televisiones no están encendidas todo el día. Tampoco se advierte música a todo volumen. Se escuchan, en cambio las sierras trabajando desde temprano (hacen muebles, tienen un vivero comunal, un aserradero legal y una fábrica de resina) y el sonido de fondo es el trinar de los pájaros en los árboles. El silencio predomina y los sonidos tienen significado, no hay contaminación. Es de verdad una sensación liberadora, que agrega a la paz en que se respira en la ironía de un pueblo dentro de una barricada auto-impuesta. Lo que está bien o lo que está mal queda definido por ésta línea, que por las noches se enciende en fogatas que alumbran los rostros de ciudadanos valientes, dispuestos a cuidar de los suyos y de su tradición, mientras montan su guardia.

Después de despertar a un baño de cubeta y jícara, tuvimos una larga conversación con uno de los líderes de la Ronda Comunitaria en su casa. Su familia nos acogió la primera noche y nos dio de comer. Imagínense esto: el escudo de su uniforme militar antes de partir a Ronda, tiene a una mujer indígena abrazando a la madre tierra, sus bosques y ríos. Estas mujeres - madres de todo - son precisamente las que iniciaron el levantamiento de abril de 2011.

Más tarde ese día nos reunimos para presentar el proyecto de La Bufón S.O.S.ial al K’eri Trini - unos de los doce y el más visible de ellos - en su despacho de la Casa de Cultura. Por supuesto ya sabía de nosotros Le tomó sólo diez minutos escucharnos y poner su infraestructura a nuestras órdenes ¿Qué necesitan, a ver? preguntó, en un tono de ya está concedido. Él mismo nos llevó a la Universidad Pedagógica Nacional en Cherán, donde se sumaron a la invitación alumnos a los que podemos enseñar a enseñar y así mantener vivas las actividades del Children’s  Peace Theatre, hacia adelante en la comunidad.

Aún no iniciábamos la experiencia con los niños y ya estaba tocado del corazón por lo vivido, había aprendido muchas cosas, escrito todas las mañanas y algunas noches y hecho fotos.

Nos asignaron su escuela más grande para el proyecto. Repartimos la noticia del taller por todo el pueblo, haciendo la invitación persona a persona, de modo que tuviéramos muchos niños desde el inicio. Ahora tenemos por encima de cuarenta y cinco. Son un grupo grande de niños los que vivirán la transformación en ellos, del conflicto vivido, a través del arte y el uso de las tres “C” en Compasión, Coraje (valor) y Creatividad, junto con el apoyo de guías locales que continuarán la labor.


Estoy agradecido de estar aquí como artista invitado, compartiendo lo que se y el amor incondicional que se necesita.

Juan Ayza

No hay comentarios:

Publicar un comentario